Esposa Mantiene A Su Marido Con Respiración Asistida Durante 10 Años Hasta Que Aparece Una Mujer Conocida

Share

Perfecto

Meg y Andy Haynes llevaban cuatro años juntos y tres casados. Por dentro, todo parecía perfecto. 

Pero en los últimos meses, Meg se había sentido abandonada desde que Andy había estado haciendo nuevos amigos en el club de motor al que había empezado a ir. No era el ambiente de Meg, así que se sentía un poco excluida.

No Era  Para Ella

Canva

De repente, Andy se había obsesionado con los coches y las carreras, y dedicaba la mayoría de los fines de semana a ir al club automovilístico para conocer gente afín, o bien iba a los circuitos a ver las carreras semanales.

Meg intentó ir con él para ver si le gustaba, pero simplemente no era para ella.

Desatendida

Canva

Fue aquí cuando Meg empezó a sentirse abandonada y sintió que Andy tenía cosas mucho mejores que hacer que pasar aunque fuera un fin de semana con ella.

Él estaba constantemente en su teléfono, chateando y comprobando con sus nuevos amigos cuándo y dónde sería la próxima reunión. Meg se estaba hartando de esperar entre bastidores.

Apasionado

Canva

Pero ella todavía amaba a Andy, y estaba feliz de que él encontrara algo que realmente le apasionaba. Ella nunca lo había visto tan entusiasmado con algo antes.

Ella, sin embargo, levantó las cejas cuando Andy le dijo que estaba pensando en entrar en un coche de carreras a sí mismo pronto. Si Meg supiera lo que estaba a punto de ocurrir.

Sentirse Mal

Canva

Andy invito a Meg a verlo conducir en su primera carrera. Meg estaba comprensiblemente muy nerviosa. Ella no tenía idea de que Andy había estado practicando para conducir en una carrera.

Se sintió mal, eso demostraba que no sabía mucho sobre el nuevo hobby de su marido, y se sintió un poco avergonzada por no conocer a la mayoría de sus nuevos amigos.

Número 8

Canva

Mientras estaba sentada en las gradas, pudo ver el coche de Andy haciendo cola. Tenía el número 8 en el lateral. Oyó cómo todos sus amigos empezaban a animarle cuando empezó la carrera y los coches arrancaron a gran velocidad.

Meg cerró los ojos y contuvo la respiración. No podía mirar. Tenía miedo de que pasara algo.

Lo Impensable

Canva

Y como no podía ser de otra manera, algo ocurrió. El mundo de Meg se vino abajo al ver cómo el coche número 8 de Andy se estrellaba contra una barrera.

Meg vio como el personal y una ambulancia entraban rápidamente en la pista. Se sintió aliviada al ver que sacaban a Andy del destrozado vehículo, pero ¿estaba vivo? Meg no podía asegurarlo.

En Cuestión De Minutos

Canva

Meg no podía creer lo que había sucedido en cuestión de minutos. El accidente de Andy hizo que lo llevaran a urgencias y lo ingresaran en la UCI.

Meg estaba devastada. Ella no podía entender cómo había sucedido todo, y ella sólo quería que su marido estuviera bien. Se sentó fuera de la UCI, a la espera de cualquier noticia.

No Eran Las Noticias Que Esperaba

Canva

En cuanto vio al médico, le preguntó si tenía noticias de Andy. No eran las noticias que ella había esperado y por las que había rezado.

Andy estaba vivo pero en coma. Meg rompió a llorar. No sabia que hacer con esa informacion. ¿Cuándo saldría del coma? Saldría alguna vez del coma?

En La Salud Y En La Enfermedad

Canva

Las semanas se convirtieron en meses, y Andy seguía en coma. Esta era la nueva normalidad de Meg. Todos los días se sentaba junto a su cama con la esperanza de que despertara.

Ella había hecho el voto, “En la salud y en la enfermedad”, por lo que sentía que era su deber estar allí. Le hablaba y esperaba que él, de alguna manera, pudiera oírla.

La Larga Vigilia

Canva

Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses. La vida de Meg se vio consumida por el hospital. Ella puso sus propios sueños y deseos en espera, dedicándose por completo a la recuperación de Andy.

Pasó incontables horas investigando tratamientos, terapias y procedimientos experimentales que pudieran ayudar a Andy a despertar del coma. Consultó con especialistas, buscando cualquier atisbo de esperanza.

Comprometida

Canva

El compromiso inquebrantable de Meg impresionó al personal del hospital y a las familias de otros pacientes. Admiraban su dedicación y a menudo le ofrecían palabras de ánimo y apoyo.

Pero en el fondo, Meg no podía deshacerse del sentimiento de soledad que le roía el corazón. Sólo quería que su marido se despertara para poder volver a casa. Sólo quería recuperar su antigua vida.

La Mirada De Un Extraño

Canva

Una tarde soleada, mientras Meg estaba sentada junto a la cama de Andy, un peculiar incidente llamó su atención. Una mujer entró corriendo en el hospital, agarrando un ramo de rosas.

Parecía nerviosa y miraba por todo el hospital, intentando llamar la atención de alguien. Finalmente, llamó a una enfermera y empezó a hablarle en voz baja.

Un Descanso

Canva

Meg decidió salir de la habitación para ir a por un bocadillo y un café para reponer fuerzas. Llevaba allí desde ayer y necesitaba ir a casa, ducharse y ponerse ropa nueva.

Cuando había hecho todo eso, se sentía mucho mejor. Entonces, mientras se dirigía a la habitación de Andy, vio algo inesperado.

La Desconocida

Canva

Los ojos de Meg se abrieron de sorpresa al ver a la mujer acercarse a la cama de Andy con una mezcla de urgencia y familiaridad. 

Los ojos color avellana de la extraña escanearon la habitación, buscando algo o a alguien. El corazón de Meg se aceleró con una repentina inquietud, su mente corriendo para comprender quién podría ser esta mujer y cuáles eran sus intenciones. ¿Era amiga de Andy?

Gestos Íntimos

Canva

Con expresión decidida, la mujer colocó el ramo de flores sobre la mesilla de noche y apartó suavemente un mechón de pelo de la frente de Andy. A Meg le temblaron las manos al observar el gesto íntimo entre la desconocida y su marido comatoso.

Entonces se dio cuenta de que era la misma mujer que había visto antes en el pasillo del hospital.

¿Quién Es Usted?

Canva

Incapaz de contener por más tiempo su curiosidad, Meg se armó de valor y se acercó cautelosamente a la mujer. “Disculpe”, dijo con un temblor en la voz. “¿Quién es usted?

La mujer se volvió hacia Meg, con la mirada llena de una mezcla de sorpresa y culpabilidad. “Yo… lo siento. Pensé… Creía que ésta era la habitación de otra persona”, tartamudeó, con la voz ligeramente temblorosa.

Instintos

Canva

Los instintos de Meg le decían que en este encuentro había más de lo que parecía. “¿No te he visto aquí antes?  ¿De qué le conoces?”, insistió. Buscando respuestas desesperadamente, continuó acosando a la atractiva dama “Sí, creo que nos hemos visto antes”, Meg mentía ahora, tratando de incitarla a decir algo.

“Debes estar equivocada; no le conozco. Como te he dicho, creía que era otra persona. Ahora tengo que irme”. Y con eso, la desconocida abandonó la habitación a toda prisa, cubriéndose la cabeza con un pañuelo mientras salía. 

¿Una Mera Coincidencia?

Canva

El corazón de Meg latía con fuerza en su pecho mientras veía a la mujer marcharse apresuradamente. Algo no encajaba y su instinto le decía que el encuentro no había sido una mera coincidencia. 

No podía deshacerse de la sensación de que esta mujer tenía alguna u otra conexión con Andy, y estaba decidida a averiguar la verdad.

¿Qué Estaba Pasando?

Canva

¿Qué estaba pasando aquí? ¿Quién era exactamente esa mujer? Ella había dejado rosas al lado de la cama de Andy a pesar de que dijo que pensaba que era otra persona.

Y Meg vio claramente como le quitaba un mechón de pelo de la cara. ¿Quién hace eso a menos que conozca muy bien a la persona? Meg suspiró confundida. Quería llegar al fondo del misterio.

Determined

Canva

With a mix of determination and anxiety, Meg quickly followed the woman down the hallway, trying to catch up with her. “Wait!” she called out, her voice echoing through the corridor. The woman glanced back, her eyes wide with surprise, but she didn’t stop.

Meg quickened her pace, feeling a surge of adrenaline coursing through her veins. She couldn’t let this woman slip away without getting answers. 

Vanished

Canva

But as she rounded a corner, the woman was nowhere to be seen. It’s like she had vanished into thin air. Meg sighed with a huff. How was she going to find out what was going on now?

She made her back to Andy’s room. There must be some way to find out who the mysterious woman was. And then an idea flashed in her mind.

Searching for Clues

Canva

Meg knew that she needed to find some clues to uncover the identity of the mysterious woman. She began scouring Andy’s belongings in the hospital room, hoping to find anything that might shed light on their connection.

She opened his wallet and found a receipt from a nearby café, dated just a week ago. It seemed like a potential lead. Meg decided to visit the café, hoping someone there might recognize the woman or have some information about her.

The Café Encounter

Canva

With the receipt in hand, Meg entered the bustling café, her eyes scanning the room for any sign of familiarity. She approached the counter, where a friendly barista greeted her.

“Excuse me, I’m looking for someone who might have been here recently,” Meg began, her voice tinged with urgency. “She left this place a week ago, and I need to find her.”

A Lead?

Canva

The barista studied the receipt and paused for a moment, contemplating. Finally, she nodded. “I think I remember her. She’s a regular here. Her name is Jaimie. But I don’t know much else about her.”

Meg’s heart skipped a beat. She had a name now—Jaimie. It was a small lead, but it was something to go on. She thanked the barista and left the café, determined to find out more about this mysterious Jaimie.

The Private Investigator

Canva

Realizing that she needed professional help to dig deeper, Meg decided to hire a private investigator. She researched and found a reputable agency known for handling delicate and discreet matters.

With the name, the private investigator could surely find something that she had missed. Could it be that simple?

Tracking And Tracing

Canva

The following day, Meg sat across from the investigator, explaining the situation and showing him the receipt with Jaimie’s name. The investigator assured her that he would do everything possible to uncover the truth.

Days turned into weeks as the investigator delved into Jaimie’s background, tracking all her moves. It wouldn’t be long before he found something.

The Call

Canva

Then just as Meg had settled in next to Andy’s bedside, the private investigator gave her a call. She gasped at the information that was given to her over the phone.

Meg just couldn’t believe what she was hearing. All this time, she was sure that everything was all right. But it wasn’t, and Meg sobbed as she put down the phone.

Checking His Phone

Canva

She took the private investigator’s advice and checked Andy’s phone. She couldn’t believe she hadn’t thought of checking it earlier. And there it was, all the texts and calls made to Jaimie.

Andy’s mistress. It turned out that Andy was living a double life. He had met her at the motor club, and they hit it off immediately.

Torn

Canva

Meg was now torn between having to stay by her cheating husband’s bedside. Would he ever wake up and answer to her about his indiscretions?

Would Jaimie ever have the gall to show up at his bedside again, playing the innocent, grieving mistress? Only time would tell, and Meg didn’t know if she would stick around to find out.

Why Me

Canva

Meg had been living in a perpetual nightmare for the past year. Ever since her husband Andy had been involved in a devastating accident, she had been keeping him on life support. 

It was a difficult decision to make, but she couldn’t bear the thought of letting him go. She clung to hope with every fiber of her being, even though the odds seemed insurmountable.

Time To Reflect

Pexels

Meg was sitting in the hospital, her heart heavy with grief and exhaustion. As she glanced at the papers on the doctor’s desk, her eyes caught a glimpse of something unexpected. 

It was Andy’s medical bills; he had been there for eleven months now. Her eyes widened as she saw all the zeros. Her heart sank, and a mix of anger and betrayal coursed through her veins.

It’s My Life

Pexels

Determined to confront Jaimie about her affair with Andy, Meg gathered her strength and made her way to the local motor club, where she knew Jaimie often frequented. 

The atmosphere was filled with the roar of engines and the scent of gasoline. Meg’s hands trembled as she searched the crowd for the woman who had shattered her world.

Confrontation Gone Wrong

Pexels

Finally, her eyes locked onto Jaimie’s shocked face. “How did you find me?” Jaimie stuttered, clearly taken aback by Meg’s unexpected presence. Meg’s voice quivered with a mixture of pain and determination as she demanded the truth. 

Jaimie hesitated for a moment before speaking softly, admitting that it had been a chance encounter that had spiraled into an affair fueled by their shared love for cars and a few too many drinks.

Not Worth It

Pexels

Meg’s heart ached with a fresh wave of pain as she realized the depth of her husband’s selfishness. “Is that all?” she said smugly to Jaimie like it was nothing but a fling.

He had sought solace and excitement outside their marriage, leaving her alone and broken. Now, his life lay in her hands, a constant reminder of his betrayal.

The Better Person

Pexels

Meg was burning with anger inside. She was jealous, but she couldn’t let Jaimie know that. As much as she wanted Andy, she felt like pulling the plug on him, she thought about it countless times.

With firm resolve, Meg made her decision. She would keep Andy on life support, but she wouldn’t bear the burden alone. She had a plan, that wouldn’t cost her anymore.

An Offer

Pexels

Persistent Meg went to visit Jaimie at the motor club, she was under a hood. “I have a proposition for you since you ruined my marriage and are probably going to end up with him anyway,” Meg told Jaimie to take care of Andy’s medical bills.

Turning to Jaimie, she demanded that she take responsibility for her actions. Jaimie, feeling a sense of guilt and obligation, agreed to pay for Andy’s mounting medical bills.

An Unusual Pair

Pexels

Days turned into weeks, and weeks into years. Jaimie kept to her word and paid for half of Andy’s bills. She frequently visited him too, even though she had another boyfriend.

Meg became a familiar presence in the hospital, visiting Andy regularly despite the weight of her pain. She sought solace in the routine, in the belief that somehow her love and dedication would bring him back to her.

Weird Connection

Pexels

As time went on, Jaimie and Meg became somewhat friends. They both cared for Andy deeply and both provided for his wellbeing.

In a way, they wanted to see who he would choose in the end. For now, they had to be nice to each other. Each woman was desperate to prove who loved Andy more.

Days Of Our Lives

Pexels

Ten long years passed, marked by the ebb and flow of hope and despair. Meg had lost hope, she was financially drained and had a series of bad relationships.

And then, one day, the impossible happened. Andy awoke from his coma, his eyes blinking open to see both his wife and Jaimie standing before him. Confusion clouded his gaze as he whispered, “Am I dreaming?”

A Second Chance At Life

Pexels

Meg screamed for the nurse. “He’s awake! Nurse! Come quick!” Jaimie jumped up and ran over to the bed.

Meg’s heart soared with a mix of relief, joy, and trepidation. She took a shaky breath and gently grasped Andy’s hand. “No, Andy,” she replied, tears streaming down her face. “You’re not dreaming. You’re finally awake.”

A Living Nightmare

Pexels

His gaze shifted between Meg and Jaimie, the realization of what had transpired slowly dawning on him. He looked confused and delirious, then his face dropped, and his pain was visible in his eyes.

Regret and remorse etched lines on his face as he struggled to find the words to express his emotions. He had hurt the two women who had stood by him, in different ways.

Flashbacks

Pexels

Meg walked closer to him, “Do you remember what happened?” she asked him quietly. “He looked dazed. He looked between the two women again. ”Andy, you’re okay,” Jaimie said and smiled at him.

Andy tried to move, “ I remember what I did,” he said with a guilty face. Just then the doctors came in and the women had to move aside.

No Time To Waste

Pexels

As Andy tried to make sense of his shattered reality, Meg’s heart remained heavy. The love she had once held for him had transformed into a complicated mixture of forgiveness, resentment, and uncertainty. 

The road ahead would be filled with challenges, as they navigated the wreckage of their relationship and faced the consequences of their choices.

It’s Always Been You

Pexels

Meg watched as the doctors did tests on Andy. All the time he was just staring at her. It was as though Jaimie wasn’t even in the room. He remembered her more.

But at that moment, standing by Andy’s bedside, Meg allowed a glimmer of hope to enter her heart. Perhaps, just perhaps, they could start again.

Disclaimer: In order to protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events or places or persons, living or dead, are entirely coincidental.