Madre Adopta A Niño Rechazado Por Otros Padres, 27 Años Después Se Va A Sus Espaldas

¿Cómo Pudo Hacer Eso? 

Estaba tumbada en la cama del hospital, rodeada de monitores que emitían pitidos confusos. Su respiración se entrecortaba, la habitación dando vueltas mientras todo se oscurecía. 

Intentó tragar la saliva que le llenaba la boca, pero no lo consiguió. Mientras su entorno se oscurecía por completo, sólo un pensamiento le rondaba la cabeza: ¿Cómo pudo hacer eso?  

Humildes Comienzos

Harley Norton siempre había sido una mujer generosa. A los veintiocho años, ella y su hermana Grace ya dirigían un cálido hogar de acogida donde cuidaban a más de una docena de niños.

Dar a una persona una comida y una cama nunca era suficiente para Harley. Siempre se desvivía por querer a todos como si fueran sus propios hijos. Todo esto cambió cuando conoció a Kevin Carter, de dos meses

Amor A Primera Vista 

Cuando Harley recibió a Kevin de manos de su madre biológica, fue amor a primera vista. Lo acunó junto a su corazón y Kevin arrulló con deleite mientras se acurrucaba en su regazo.

Con Kevin, todo lo que hacía Harley se amplificaba. Si antes había amado, esta vez lo hizo con una intensidad que nunca había conocido. Siempre había estado conectada con todos los demás niños que pasaban por su cuidado, así que ¿por qué era tan intenso con Kevin?

Un Amor Inexplicable 

Harley no podía explicarlo. Todo lo que sabía era que con él, el mundo era un lugar mejor. Siempre estaba en sus pensamientos, su sonrisa radiante le alegraba el corazón incluso cuando no estaba cerca de ella. 

El niño correspondía a su amor y le ofrecía más. Rara vez dormía si ella no lo abrazaba, y sus llantos sacudían la casa si ella no lo calmaba. Pero aunque la relación entre ellos era fuerte, había un problema que Harley no podía ignorar. 

Hasta El Fin Del Mundo

Aunque Harley quería a Kevin infinito, sabía que pronto tendría que renunciar a él. Grace le advirtió que no se encariñara demasiado con Kevin, pero ¿cómo no hacerlo cuando él y Harley eran inseparables al final del primer mes de Kevin en la casa?

A Harley le quedaban unos meses antes de que llegara una familia para adoptar a Kevin. Viendo que su tiempo era limitado, tomó una decisión impensable. 

Su Decisión 

Harley decidió que pasaría todo el tiempo que pudiera con Kevin. La mayoría de los niños solían encontrar familia en el plazo de un año, así que Harley utilizó este plazo para calcular cuánto tiempo estaría Kevin en su vida. 

Pasaron once meses y Grace tramitó con éxito los papeles de Kevin. Aunque parecía comprender que a Harley le dolía, dio a Kevin en adopción. Pero también hizo algo más que dejó boquiabierta a Harley.

¿Por Qué No?

Una noche lluviosa, Grace cogió en brazos a un Kevin dormido y lo llevó a su patio. Le preguntó a Harley si alguna vez había pensado en adoptarlo ella misma.

Por supuesto que sí. Había querido adoptar a Kevin desde el momento en que su madre biológica lo trajo, pero había un problema evidente que impedía que su deseo se hiciera realidad

Promesas 

Al traer a Kevin, su madre biológica había preguntado si las hermanas podían ayudarle a encontrar una familia birracial o negra que lo adoptara.

Había sido inflexible con su deseo, insistiendo mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Aunque Harley quería decirle que mantuviera la mente abierta, se mordió la lengua y prometió cumplir el deseo de la mujer

El Segundo Año 

Ahora que habían pasado los meses y que el vínculo entre Harley y Kevin era inquebrantable, deseaba no haber hecho aquella promesa. 

El segundo año llegó a su fin sin que ningún familiar preguntara por Kevin. Grace se acercó a Harley con la noticia. Ella se sentó mientras fruncía los labios y la emoción perduraba en sus iris color avellana. 

Ninguna Familia

“Ninguna familia ha venido a buscarlo”, dijo Grace con un suspiro. “Puede que tenga que quedarse con nosotros unos meses más”. Los ojos de Harley ya estaban humedecidos por las lágrimas incluso antes de que Grace terminara de hablar. 

Salió furiosa de la habitación en busca de Kevin y lo abrazó con tanta fuerza que temió hacerle daño. Fue entonces cuando se dio cuenta de algo

Más Claro Que El Agua

Con Kevin abrazado a su hombro, Harley se dio cuenta de que no quería renunciar a él. Le había prometido a su madre biológica que le buscaría una familia birracial o negra, pero nunca había deseado algo tanto como que Kevin fuera su hijo. 

Grace entró en la habitación tras ella y frunció el ceño al ver a Harley inundada en lágrimas y acunando a Kevin. Lo que dijo después dejaría a Harley sin palabras

Amantísima Hermana

“Puede que tardemos en encontrar a alguien para Kevin”, empezó Grace. “Así que, ¿por qué no intentamos adoptarlo nosotras mismas?”. A Harley se le cortó la respiración y su corazón dejó de latir en su interior. 

“¿Pero qué pasa con el deseo de su madre biológica?”, preguntó. “Ha pasado más de un año, Harley”, dijo Grace mientras pasaba una suave mano por la espalda de Kevin. “Esta ya es su casa, ¿verdad

Un Paso Adelante

Harley y Grace pusieron sus nombres en la lista de adopción de Kevin, con la esperanza de poder quedárselo. Con el paso de los meses, ninguna familia vino a por él, lo que aumentó las posibilidades de las hermanas de adoptarlo. 

Pero también esperaron por si alguna familia adecuada reclamaba al niño por deseo de su madre biológica. Cuando no llegó ninguna, la respuesta quedó clara.

Está En Casa

Harley y Grace dieron la bienvenida a Kevin a su familia como hijo de Harley. Harley no se lo podía creer. Había aguantado todo lo que había podido la llegada de una familia. Cada segundo había sido como una tortura.  

Kevin era ahora un niño muy movido. Harley le miró a los grandes ojos marrones como siempre hacía cuando le abrazaba y supo que estaba aquí para quedarse. No sabía que esta decisión acabaría dando con ella en la cama de un hospital.

El Tiempo Vuela

Kevin se unió a los Norton como su hijo. Harley lo cuidó y lo quiso como nunca había querido a nadie.

Kevin creció bajo su atenta mirada. Harley, una madre cariñosa, le enseñó a ser un hombre responsable. Le enseñó a cuidar de la gente que le rodeaba. La vida le iba de maravilla hasta que sobrevino el desastre.

Una Tormenta En Ciernes

Harley dormía cuando un dolor agudo le golpeó el abdomen. Llamó a gritos a Kevin, que acudió corriendo de inmediato.

Harley le aseguró que todo iba bien. Su cara contorsionada, mientras trataba de ocultar el dolor que se le hinchaba en el estómago, le convenció de lo contrario. Necesitaban visitar un hospital y rápido.

Vacaciones De Pascua

Kevin tenía veintisiete años cuando ocurrió el desastre. Había estado en casa por Semana Santa cuando Harley cayó enferma, y ella no sabía qué habría hecho si él no hubiera estado cerca.

Kevin ayudó a Harley a subir a su coche con el mayor cuidado posible y la llevó a urgencias. Tuvieron suerte de encontrar la carretera vacía aquella noche. Con la ayuda de dos enfermeras, Kevin ingresó a Harley en una habitación

Un Hijo Atento

El médico entró para diagnosticar a Harley y Kevin se sentó fuera de la habitación. A veces se paseaba de un lado a otro antes de sentarse con la cabeza entre las manos. 

Harley odiaba verle así. A pesar de todo lo que Kevin había llegado a ser, un profesor de éxito que cursaba un máster, había conservado EL corazón dulce y hermoso de los días de su infancia. Irrumpió en cuanto el médico concluyó sus análisis

Visita Al Médico

“Enfermedad renal poliquística”, compartió el médico su diagnóstico. El corazón de Harley se rompió por Kevin, cuyos ojos se llenaron de lágrimas. Le temblaban los labios. 

Se acercó al médico y lo llamó a un lado, donde hablaron en voz baja. Kevin asintió y volvió al lado de Harley. “Todo va a salir bien, mamá”, dijo. “He llamado a la tía Grace y llegará pronto. Me voy unas horas”. Con eso, se alejó

Sola

Harley se quedó sola en la habitación, preguntándose por qué su hijo se había apresurado a salir de aquella manera. Nunca había sido propio de Kevin marcharse, sobre todo cuando alguien lo necesitaba. 

Las pestañas de Harley se llenaron de lágrimas. ¿Le estaba abandonando Kevin? Grace llegó unas horas más tarde y la encontró aún llorando. La abrazó y le informó de que Kevin había llamado por lo del diagnóstico. Cuando Harley le preguntó si lo había visto, Grace le dijo la verdad.

The Truth

Harley froze as her sister divulged what Kevin had told her he was planning. She called him, demanding he come to the hospital that instant. Harley reprimanded Kevin when he showed up. 

She would not have him go to such lengths even for her. But Kevin was adamant. “This is my calling,” he said as he wiped tears from his eyes. “Hopefully, I can do more for you as I get older, but it’s the least I can do for the moment.”

The Long Wait

Kevin had the hospital see if he could donate one of his kidneys to Harley. He’d spent the entire night running tests with one of the doctors to see if he could save her. 

Now they waited in Harley’s room, Kevin fidgeting in his seat as the minutes ticked by. The doctor finally came in, his answer shocking everyone in the room.

Unexpected News

“You’re a match!” The doctor broke the news. Kevin jumped from his seat. He hugged Harley and Grace before turning to the stunned doctor. “When can we operate?” Kevin asked.

“As soon as possible, if that’s okay,” the doctor answered. But Harley did not celebrate. She beckoned Kevin closer and whispered something into his ear. 

Setting The Record Straight

“I’ll not have you do this,” Harley said with a broken voice. She wiped tears that had been collected under Kevin’s eyes and held his face. 

“My beautiful, caring son,” she whispered, wondering why he was so adamant about this. “You don’t have to do this.” Kevin’s answer would make her own tears flow freely

Do Not Do It

“All those years you took care of me, mom,” Kevin said, “let me take care of you now. Please.” He took Harley’s hand and squeezed, taking her back to when he used to squeeze her finger as an infant.

Harley’s heart broke for the second time that night. She had fought to have Kevin stay with him those twenty-seven years past. Now he was doing the same for her. Could she agree to his plan?

Asking For Help

Caught between not wanting to put her son’s life in danger and needing to stay around for him, Harley turned to Grace for advice. 

Her sister had helped her through tough times before, and Harley needed her now. “You know how Kevin gets when he sets his mind to something,” Grace said. Her lips curled into a beautiful smile. “He gets that from you. Let him do this if he wants to.”

A Bright White Light

A nurse brought an anesthesia face mask over Harley’s nose. She smiled, and Harley nodded, lifting her head as the nurse fitted the mask on her.

“My son, where’s my son?” Harley moaned. The nurse answered, pointing to the side, but Harley could not hear anything. The room dimmed, and her aching nerves went to sleep. Then came a bright white light.

I Need to Live for Him

Shadows danced before Harley’s sight when she opened her eyes. They blocked the charring light around her. “Mom?” a distant voice echoed. “Mom, is she okay, doctor?”

“Kevin?” Harley tried to call back. Her tongue was heavy in her mouth, and her head hurt. “Kevin!” Was she alive, or had the surgery been unsuccessful?

Bright Light

Harley’s lungs were heavy in her chest, and her throat was clogged as she tried to breathe. Her sight was still white with light, and as much as she tried, she couldn’t speak out to let Kevin know she could hear him. 

She’d fought to have him stay with her, and he’d fought to save her life. She knew she had to do everything now to remain by his side.

Can’t Ask for A Better Son

“She’s fine,” another voice declared on Harley’s side. “Give her a bit of time.” It was the doctor’s voice. Gradually, the white light around Harley faded away. 

When her sight cleared, the first person she saw was Kevin. He was standing next to her, his fingers tight around her palm. “Hi, mom,” he croaked. Tears covered his eyes, but his face split into a smile.

In order to protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events, places, or persons, living or dead, are entirely coincidental.