Madre Instala Cámara En La Habitación De Su Hija Y Pilla A Su Suegra In Fraganti

Peor Pesadilla

Cada día, no, cada segundo que pasaba era como vivir en una pesadilla.

Se sentaba en medio de la habitación de su hija pequeña y lloraba hasta que se le ponía la garganta en carne viva. Nadie tenía respuestas. Y pasaría un mes entero hasta que apareciera una pista, una que destrozaría a toda una familia.  

Un Nuevo Comienzo

Para Nancy Jacobs, mudarse a otra ciudad fue el cambio que tanto necesitaba su familia.

En primer lugar, su marido consiguió un buen trabajo. En segundo lugar, su hija de 5 años, Cindy, empezaría en un colegio estupendo. Pero había otro rayo de luz al que Nancy no podía evitar sonreír.

Un Poco De Espacio

Poner kilómetros de por medio entre ella y la familia de su marido iba a ser esencial para su felicidad.

Por su parte, sus padres divorciados eran unos amargados que no pasaban más de cinco minutos sin discutir o intentar que ella eligiera un bando en sus mezquinas peleas. Pero por parte de su marido, las cosas estaban igual de mal… si no peor.

Peor Imposible

Decir que su madre era un poco controladora era quedarse corto. 

Todo tenía que ser a su manera o el mundo se acabaría y se llevaría a todos por delante. El padre era un completo snob que pensaba que Nancy estaba apartando a su marido de la grandeza que le correspondía. Por eso mudarse era algo bueno para su familia, al menos eso pensaba ella.

Un Nuevo Día

El día empezó como cualquier otro.

Preparó la comida de su hija, se despidió de su marido con un beso cuando se iba a trabajar y se preparó para empezar su trabajo de publicitaria a distancia. Pero cuando el reloj marcaba las 15.30 y su marido entró por la puerta sin su hija, se le cortó la respiración.

Hija Desaparecida

“¿Dónde está Cindy? Creía que ibas a recogerla”.

El rostro de su marido palideció. “En el colegio me han dicho que sí”. El miedo se apoderó de las expresiones de ambos. Nancy cogió el teléfono y llamó al colegio. La pesadilla había comenzado y sólo empeoraría a partir de ese momento.

Nadie La Había Visto

Una avalancha de llamadas se dirigió a todas las personas posibles.

La policía fue la primera en llegar al lugar de los hechos, ya que no existía el período de espera de 24 horas para una niña desaparecida.  El colegio también se puso en contacto con todos los padres para pedirles información. Nancy lloraba en el sofá mientras todas las llamadas terminaban igual: nadie sabía dónde estaba su hija.

Una Espera Insoportable

Pasaban los días y en su mente se agolpaban imágenes horribles.

Era el peor sueño de cualquier padre. Los amigos se comunicaban de vez en cuando, dando el pésame y preguntando por las novedades. Sus horribles familias se limitaban a culpar a Nancy y a su marido de ser malos padres. Los días se convirtieron en semanas. Y cuando llegó el primer mes, Nancy era una sombra de sí misma. 

Dosis Diaria De Suegra

Parecía que se acababa el mundo.

Cuando sonó el teléfono y en la pantalla apareció el número de su suegra, le pasó el teléfono a su marido. Hoy no podía aguantar el sermón de aquella mujer. Pero a medida que se desarrollaba la conversación, la expresión de su marido cambió.

Ruido De Fondo

Su ceño fruncido se levantó en señal de sorpresa.

Lo que dijo a continuación hizo que su corazón latiera a mil por hora. “¿Qué ha sido eso? No, en el fondo… ¡No, no me digas que no es nada! ¡¿La tienes contigo?!” Nancy no podía respirar. Por fin se supo la verdad.

A Toda Velocidad

Nancy agarraba el teléfono con fuerza mientras su marido se atrevía a saltarse todos los semáforos en rojo posibles.

La vocecita al otro lado del teléfono bastó para que llamaran a la policía. Y cuando llegaron y vieron las luces intermitentes… y a su pequeña envuelta en una manta de colores, lloraron de felicidad. Estaba bien. Pero, ¿qué había pasado?

La Verdad Sale A La Luz

La historia se desarrolló como en una película.

Su suegra gritó a los policías, llamándoles de todo. Se mofó de que Nancy era una madre inadecuada y que, de todos modos, su nieta estaba mejor con ellos. Su suegro intentó hacerla callar mientras llamaba a su abogado.

Acciones Demenciales

La suegra se había presentado en el colegio y la había recogido, eludiendo de algún modo los controles parentales que los profesores habían establecido. La pequeña Cindy no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Lo único que sabía era que la abuela estaba allí para llevarla a una larga visita.

La furia de la mujer era desenfrenada cuando arremetió contra Nancy por arruinar la vida de su hijo y contra su hijo por abandonar a su madre. Ella era abuela y “tenía todo el derecho” a llevarse a su nieta de visita siempre que quisiera.

Sana Y Salva

Nancy abrazó a su hija con fuerza y lloró en los brazos de su marido.

La muy loca les había mentido a la cara sobre su hija. La policía también descubrió que había hecho una copia de la llave de su casa.  Al parecer, incluso había llegado a buscar nuevos colegios para Cindy, en su antigua ciudad, donde vivían los abuelos. Todo esto no era más que la punta del iceberg. 

Excusas Endebles 

A lo largo de la investigación, salieron a la luz varios detalles inquietantes.

El primero giraba en torno a su suegro. Su historia era que su mujer había dicho que Cindy se quedaría con ellos durante un tiempo porque Nancy y su marido “no podían soportarlo”, como si tener un hijo fuera demasiado para ellos y la abuela estuviera allí para ayudarles.

Te Lo Dije

Nancy vio cómo la cara de su marido pasaba de la incredulidad a la repulsión más absoluta.

Por si la historia no fuera suficientemente mala por sí sola, el hecho de que su padre no cuestionara en absoluto la situación -de hecho, había pronunciado un contundente “¿Ves? Tenía razón”.  En su mente, era el primer paso para liberar a su hijo de responsabilidades y de una mala esposa con la que no debería haberse casado.

Toda La Verdad Y Nada Más Que La Verdad

Sin embargo, sería en el juicio cuando Nancy y su marido tendrían que usar cada gramo de autocontrol para no cruzar corriendo la sala y golpear a los horribles abuelos con la biblia sobre la que habían jurado.

La pareja subió al estrado por turnos y el horrible drama continuó.

Tantas Mentiras

Hubo argumentos sobre los derechos de los abuelos que fueron rebatidos con el hecho de que no se había dado ningún consentimiento por parte de los padres.

Alegaron que les habían dicho que podían visitarles en cualquier momento, lo cual era una mentira descarada, y en su opinión, tenían todo el permiso para hacer lo que hicieron. Pero cuando le pidieron a Cindy que contara lo que había visto y oído, Nancy ya no pudo controlar las lágrimas.

La Versión De Cindy

La sala se había vaciado con el mínimo de participantes. Incluso con las amables palabras y la sonrisa persuasiva del juez, Cindy se sentó en el estrado con aspecto perdido y asustado. 

Las preguntas eran sencillas, pero “¿Por qué dijo la abuela que tenías que quedarte con ellos?” sería el último clavo en el ataúd de los abuelos. 

Sus Palabras

Los ojos de Cindy recorrieron la habitación y se le saltaron las lágrimas.

“La abuela dijo que papá y mamá no me querían”. Nancy se dejó caer en los brazos de su marido. ¿Cómo podían dos personas ser tan viles? Habían secuestrado a su hijo, les habían mentido en la cara y, encima, hacían una manipulación emocional que hasta a un adulto le costaría soportar.

Unwanted Audience 

As if things weren’t already unbearable, Nancy’s parents had shown up and lurked near the back of the courtroom, ready to accuse her of making the worse possible choice in a husband. 

It seemed the war had extended all the way to the peripherals of the family unit. But what would be the final outcome?  

Found Guilty

Even if the judge didn’t give his personal comments on the matter, the look in his eyes spoke volumes.

He was as disgusted as Nancy. The sentence came down the satisfying results. Not only would there be jail time for the mother-in-law, but a restraining order for both of them. They sat at the opposite table, fuming. 

How Could This Happen?

Nancy and her husband took Cindy from the courtroom, still feeling the weight of the events.

But as least there was a fitting ending to it all. It would take a long while to recover, but they were ready to move forward. The last matter left to deal with was the school – and those that had skimmed over the very clear policy in place. 

Not Off The Hook

The teacher in question was suspended and the rest of the facility given in depth reminders of procedure and what could happen if those rules were ignored.

But the crazy mother-in-law wouldn’t be in jail forever. She would eventually get out – and there was no knowing if she would stay away. So, there was on final thing to do.

Stay Away Forever

The first was a code word – something that only the three of them knew. And if anyone tried to pick up Cindy and didn’t know it, she knew to call for help. Next, Nancy went nuts at the electronics store. 

She set up cameras everywhere – there wasn’t an entrance or window that wasn’t covered. After the hellish month of thinking the worst had happened, no one could blame the family for making sure it would never happen again. 

In order to protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events, places, or persons, living or dead, are entirely coincidental.