Niño Visita Tumba A Diario, Madre Deduce La Extraña Verdad

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Más Que Una Visita

Iba caminando desde la tumba de su hija cuando notó que pasaba un niño. No tendría más de siete años, con el pelo rubio y los ojos grises como el acero. 

Le sonrió y la saludó al pasar. Ella no le dio importancia al principio, pero luego notó algo que hizo que sus ojos se abrieran de par en par. 

La Familia McRae 

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Todo había ido bien para la familia McRae hasta que un día se produjo el desastre. Su hija de dieciocho años, que había sido la alegría de su vida, sufrió un accidente mortal. 

Tammy McRae no podía creerlo cuando recibió la noticia. Estaba en el trabajo tratando de llegar a fin de mes cuando recibió la llamada. Sabía que su vida nunca volvería a ser la misma.

Tammy Y Chester

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Tammy y su marido, Chester, tuvieron a su hija cuando aún estaban en la universidad. Los dos habían sido novios en el instituto y, cuando tuvieron a Linzie, ya se habían comprometido.

Su boda había sido nada menos que una historia de cuento de hadas un año después de terminar la escuela. Linzie había encabezado el cortejo nupcial, y los corazones de Tammy y Chester se hincharon de orgullo cuando su hija caminó ante ellos. 

El Tiempo Vuela 

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Con el paso de los años, Linzie se convirtió en una hermosa joven de dieciocho años que hacía que sus padres se sintieran orgullosos de todo lo que hacía. Era activa en la escuela y también en casa, y alegraba a todos los que la rodeaban. 

Además de tener una gran hija en Linzie, Tammy y Chester también tenían una gran casa y trabajos estables. Pero un día, todo se vendría abajo.

Comprendiendo La Historia

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Para entender la historia del niño del cementerio, primero debemos saber una cosa sobre Linzie. Al crecer, había sido la más brillante de su clase. 

Había participado en todo lo que estaba a su alcance y siempre salía ganando. No había nada en lo que Linzie no se metiera. Pero una noche, compartiría algo que dejaría a sus padres atónitos.

Una Mente Brillante

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“Llegó a casa hablando de que quería firmar unos formularios de donación de órganos del hospital en el que era voluntaria”, compartió su mamá. “Nos pareció un buen gesto y la animamos a hacerlo”.

Como todo lo que hacía Linzie, llevó a cabo el ejercicio y pronto volvió a casa con una tarjeta de donación de órganos. Pero no pasaría mucho tiempo antes de que Tammy y Chester la perdieran.

Noticias Desgarradoras

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Tammy estaba en el trabajo cuando recibió la desgarradora noticia. Su hija y dos de sus amigos habían tenido un accidente de coche mientras venían del colegio y los estaban llevando a urgencias en ese preciso instante. 

Tammy se quedó helada cuando escuchó la noticia, luego su cuerpo se puso en marcha y salió corriendo hacia el hospital. Lo que encontraría allí la dejaría sin palabras.    

La Sala De Urgencias

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Tammy apenas estaba en la sala de urgencias cuando los médicos declararon a Linzie muerta. Luchó por permanecer al lado de su hija cuando Linzie pasó a mejor vida.

Los días posteriores se convirtieron en semanas, y todo lo que rodeaba a Tammy y Chester perdía color y viveza. Habían estado tan destrozados por su pérdida hasta esa fatídica semana. 

El Descanso De Tammy

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Pasaron unos meses desde que Tammy y Chester se despidieron de su hija. Tammy había estado frecuentando la tumba de Linzie todas las tardes al salir del trabajo para saludarla. 

Su hija no habría querido que ni ella ni Chester se sumieran en la tristeza, así que hicieron lo posible por aceptar esta nueva realidad. Pero ese mes, algo peculiar captaría el interés de Tammy.  

Lo Vio

Pexels – Pixabay

Tammy iba caminando desde la tumba de su hija cuando notó que pasaba un niño. No tenía más de siete años, con el pelo rubio y los ojos gris acero, y llevaba una pequeña mochila. 

Le sonrió a Tammy y la saludó al pasar. Ella no le dio importancia al principio, pero se dio cuenta de algo a medida que los días seguían pasando. 

Una Semana Interesante

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Tammy se encontró con el mismo chico la tarde siguiente. La semana continuaría de la misma manera antes de que Tammy se decidiera a al menos averiguar por qué el chico estaba siempre en el cementerio a esa hora del día. 

Al comenzar la nueva semana, decidió quedarse atrás después de saludar al chico en su camino de vuelta al coche. Como siempre, él sonrió, saludó y pasó junto a ella. Pero esta vez, ella no pasó de largo. 

Regreso

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Tammy siguió al chico con la cámara de su teléfono grabando, sólo para verlo caminar hacia la lápida de Linzie. Se quedó de pie sobre ella durante unos segundos antes de sentarse.

La escena no tenía ningún sentido para Tammy, que dejó de grabar. No se le ocurría por qué el chico estaba junto a la tumba de su hija. Pensando que tal vez había confundido las lápidas, decidió intervenir. 

¿Era Su Amigo?

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Cuando Tammy se acercó al chico, consideró la posibilidad de que fuera uno de los amigos de Linzie, pero se dio cuenta de que era demasiado pequeño para haber conocido a su hija. 

Se aseguró de que él pudiera oír su aproximación para no asustarlo antes de volver a decirle “hola” y preguntarle qué hacía en la tumba de Linzie. 

¿Qué Estaba Haciendo?

Pexels – Mali Maeder

“Le pregunté si conocía a Linzie, y me dijo que no”, dijo Tammy a un periodista de las noticias locales de su ciudad. También reveló algo sobre el niño que la tuvo llorando durante días. 

“Había estado luchando contra una rara enfermedad del corazón. Después de que Linzie falleciera, recibió su corazón mediante un trasplante, que le salvó la vida”. Pero, ¿por qué visitaba la tumba de Linzie todas las tardes si no la había conocido? “¿Dónde está tu madre?” preguntó Tammy.

Su Madre

Totonto City News

“Se enteró por su madre de la existencia de Linzie y de lo que había hecho por él, y las dos últimas semanas le había pedido a su madre que le llevara al cementerio para hablar con Linzie sobre su proceso de curación”, compartió Tammy entre lágrimas de felicidad.

La madre del niño le estaba esperando en el aparcamiento. Fue entonces cuando Tammy se acercó a ella y se enteró de todo lo que el pequeño y su familia habían pasado. 

Una Rara Condición Cardíaca

John Hopkins Medical Center

El pequeño Sam había nacido con una rara condición cardíaca llamada defecto del canal atrioventricular desequilibrado. Este defecto cardíaco permitía que la sangre se moviera libremente a través de las cuatro cámaras de su corazón, causando problemas con su corazón y sus pulmones. 

Un corazón normal tiene cámaras separadas para evitar que la sangre de los pulmones se mezcle con la del resto del cuerpo. Cuando Sam tenía dos años, ya se había sometido a cuatro operaciones a corazón abierto. 

Empeorando

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Aunque las cirugías parecían ayudar y Sam pudo vivir una vida relativamente normal durante unos años, las cosas cambiaron cuando cumplió seis años. 

Aunque había estado en la lista de trasplantes de corazón desde los tres años, no se había donado ningún corazón viable. El estado de Sam seguía empeorando. Su madre, Jane, empezaba a perder la esperanza. 

Un Proceso Lento

DailyMail

Según la Asociación Americana del Corazón, la espera media para un trasplante de corazón depende de varios factores. Sin embargo, casi nunca es un proceso rápido. 

Sam tuvo que esperar cuatro años, más que la mayoría. Cuando tenía seis años, su corazón empezó a fallar. Fue hospitalizado y tuvo que permanecer allí hasta que hubo un corazón disponible. 

Escasez De Órganos

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Debido a la grave escasez de órganos donados, algunas personas esperan años para recibir un trasplante de corazón. De hecho, unos 3.500 estadounidenses están en la lista de espera para un trasplante de corazón en cualquier momento, y normalmente están gravemente enfermos o mueren antes de que haya uno disponible. 

Sam estaba languideciendo ante los ojos de su familia, pero lo único que podían hacer era rezar y esperar. Su caso fue especialmente difícil porque tuvieron que esperar a que llegara un corazón del tamaño y tipo de sangre perfectos. Jane nunca olvidará el día en que recibió la noticia.  

Buenas Noticias

WSLS10

“Su médico de cabecera se acercó y me dijo que tenía un trasplante”, dijo Jane en una entrevista. “Creo que ese fue la mayor sorpresa para mí”, añadió. “Fue casi irreal”. 

Sam fue ingresado para ser operado al día siguiente. Mientras tanto, Tammy y Chester acababan de recibir la noticia de su hija y sus vidas se desmoronaban. 

A Success

UMCC

“As I watched his chest rise, my heart got heavy. God bless the family who chose to donate this precious gift of life to my baby boy,” Jane wrote on Facebook. 

Thankfully, Sam’s surgery was a success. Jane immediately saw a difference in his condition when he was wheeled out of the operating room. She couldn’t believe her eyes.

A Change Of Heart

People

Before going in for the heart transplant, Jane had noticed that her son’s skin had been a blue-grey color as a result of not receiving enough oxygenated blood. 

When he returned from the operating room, Jane immediately noticed the color of his skin. “My first reaction was his color,” Jane recalled. “When I looked at him, his color was amazing!”

Grateful

CNN

Soon after he was revived, Sam’s breathing improved and his oxygen rose up to normal levels – all thanks to Linzie’s heart.  

“We will forever be grateful for the selfless act, for the family who saved our son’s life,” Jane said. “Always have faith, because miracles do happen.” In fact, Jane made it her mission to find out who had donated their heart to her son.

Her Heart Broke For Them

Consumer Health News

Jane found out who had donated their organs through a non-profit organization, the United Network for Organ Sharing. Days after the transplant, she found Linzie’s obituary in the local paper and read her funeral announcement. 

She learned all about the young woman and how giving she’d been in life until it was suddenly snuffed out forever. Her heart broke for the McRae family. She wanted to do something.

Waiting For The Right Moment

The Argus

Jane had been waiting for the right moment to contact the McRae family to express her gratitude for their daughter’s final selfless act, but she didn’t want to approach them so soon after their loss. 

In the meantime, she told Sam about the girl whose heart he had, and he insisted on visiting her at the cemetery. Finding the plot number wasn’t hard. But now, she was face-to-face with Linzie’s mother.

Emotional

Greater Good

Tammy listened to Jane’s story and felt a wave of emotion hit her. After months, the pain of losing her daughter was not as sharp – now, it felt like a dull, heavy ache she carried with her everywhere. 

Everything reminded her of Linzie. Now, the little boy standing in front of her was literally carrying a piece of her and keeping it alive. She didn’t know how to feel.

A Piece Of Her

People

Grief comes in waves. Tammy had been holding it together that day for the first time in months, but suddenly the wave crashed over her, threatening to engulf her completely. 

Linzie’s beautiful heart had been a perfect match for Sam. If it weren’t for her, he wouldn’t be here. Tammy, who had been completely silent until now, asked a question.

A Question

LoveToKnow

Tammy couldn’t quite wrap her head around the situation. The sudden loss had been so hard to accept in the first place, and now she knew Linzie was, in a sense, still with her.

“May I hear it?” Tammy asked through tears, “May I listen to her heart?” Sam nodded, so she knelt down and placed her ear against his little chest. She closed her eyes. 

Listening To Her Heart

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And there it was. The quick, strong thud… thud… thud of Linzie’s heart. Tammy lost herself in its rhythm. She let it soothe her searing pain like a cool balm. For the first time in months, she had a sense that everything would be okay.   

“She loved to share, so part of her life and giving some of it to Sam and other children are part of who she was,” she said, smiling.

Pieces Of Her

UMSOM

Tammy contacted the United Network for Organ Sharing to learn who had received Lindzie’s other organs. It turned out that her daughter had saved eight other lives with her organs the day she died. 

Two people had her lungs, another had her liver, and others had various other vital pieces of her. The McRaes met all of them, but they felt closest to Sam, the little boy who had her heart. 

That’s Our Linzie 

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Tammy and Chester had forgotten that their daughter had signed up to be an organ donor before passing and couldn’t believe she’d saved so many lives. “It’s truly the circle of life in its rawest form,” Tammy said, “she could never let a soul suffer if she could do something about it. That’s our Linzie.”    

But Tammy and Chester weren’t the only ones who had recently experienced a loss. Pete Richford was visiting the grave of his loved one when he noticed an unexpected visitor. It was a dog, and nobody knew why it refused to leave the gravesite. 

A Sad Afternoon

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He stood against the growing breeze, watching as thick storm clouds gathered above the cemetery. He wiped his tears and sniffled, saying goodbye before the rain caught him on the open field. 

He turned to leave but heard a dog whine somewhere among the many tombstones. Against his better judgment, he moved to investigate. What he found made him freeze in place. 

Living Life

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Pete Richford was a young lecturer from North Carolina. At thirty-two, he’d achieved everything he’d set out to do in his life. 

He had a great job, a perfect romantic life, and friends that supported him through everything he did. But despite his achievements, Pete had done something that most people his age rarely did. 

Close To Home

Pexels – Vlada – Karpovich

Although Pete had made some really impressive steps in his life, he still lived next to his childhood home. A native of the town where he lived, Pete had the most beautiful relationship with his dad. 

He’d grown up without a mom, with his dad taking on the role of mother and father. Now that he was grown up, he couldn’t picture a life away from his old man. But that was about to change.

The Call

Pexels – Johannes Plenio

It was a freezing night when Pete got a call from his dad, who’d been sick throughout the year. Although he sounded stronger on the call, something within Pete screamed at him to cross the street to check on him. 

But Pete didn’t, choosing instead to hold the conversation over the phone. They talked for hours, his dad telling him how proud of him he was. Then Pete returned to sleep, unaware of what was about to happen.

Another Call In The Morning

Pexels – Pixabay

Pete’s next call was from his dad’s caretaker in the morning, informing him she’d found his dad unresponsive. The hospital had declared him dead on arrival. 

Pete couldn’t believe it. He was numb throughout the day, and as the weeks rolled by, all he could think about was how he spent his last moments with him on the phone instead of going to him. He had no idea what fate had in store for his future. 

Guilt

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Guilt and missing his dad glued Pete to his dad’s grave. He’d thought the first few weeks after his passing were hard, but the months that followed were grueling. 

Pete was talking to his dad that fateful afternoon when he noticed a storm rolling in. He wiped his wet eyes and got ready to leave. And that’s when he heard it.  

Hearing The Whine

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The sound was a low whine which Pete immediately knew was coming from a dog. He cast his eyes around the cemetery, searching for the animal. 

The dog whined again, and Pete began looking around the tombstones. He knew many dogs loved spending time with their late owners. He couldn’t let such a poor creature be caught in the brewing storm.

A Storm Is Coming

Pexels – Kat Smith

A raindrop fell on his forehead as he hurried about, telling him he had to search faster. “Where are you,” Pete called out, frustration welling within him.

He felt compelled to at least shelter the dog from the rain. Maybe it would be a good start for not being there for his dad. 

I Cannot Fail 

Pexels – Mali Maeder

Frustrated, Pete stopped in his tracks. He held his knees, his eyes stinging with tears. I cannot fail again, he thought. He let out a troubled exhale and continued searching. 

Pete doubled his efforts. Dark rain already blanketed the horizon. He listened closely to the dog’s whine, knowing it was distressed because of the encroaching storm.    

He Finds Her

Pexels – Pixabay

Pete moved across the cemetery until he found the poor dog. She’d curled under a burrow next to one of the tombstones. 

“Hey there, buddy,” Pete said, going to his knees. He wiped his eyes as a smile took his face. “A nasty storm’s coming,” he said as he stretched his hand to the dog. “Wanna come with?”

Come With Me 

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The dog, a tagless golden retriever, barked at Pete. “Is that a yes?” he asked, his smile broadening without his knowledge. “My car is that way,” he jutted his chin toward the cemetery’s gate. 

“Not far at all,” he said. He looked over his shoulder, seeing the storm was now closer. “Come,” he urged, and the dog followed his instruction. But as she got up, he saw what she’d been protecting.

Her Surprise 

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Curled into the dog’s belly was a litter of the cutest puppies Pete had ever seen. The past few months had been hell for him, and for the first time in all this time, his heart swelled with so much joy it pained him.

“We’re all going,” Pete said quickly, slowly reaching out to the dog and her four puppies. He cradled the pups when he was sure she was okay with him helping her. But then the worst thing happened. 

A Hail Of Raindrops

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A hail of raindrops assaulted the cemetery, pattering with ferocity. Pete and the dog tore through the building rain to his car.

He removed his jacket and placed the puppies in it, taking them to the backseat. Their mom joined them, barking in thanks as the rains finally fell in full fury. But that wasn’t the end of it.   

Calling Home

Pete took out his phone and called his girlfriend, telling her what had happened. She’d been one of the only pillars keeping him sane throughout his grieving period, and he wanted to share this news with her. 

Catie, Pete’s girlfriend, was more than thrilled when Pete told her what he’d found. She even asked for photos of the bundle of joy. But would she be open to what Pete was thinking?

The Sun Comes After The Storm

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When Pete saw the dog and her puppies, he knew he wanted to keep them. When he shared this with his girlfriend, she agreed instantly. 

The two named the dog Ciri after a beloved princess from one of Pete’s dad’s favorite fantasy novels. Although it would take Pete more time to fully heal from losing his dad, at least he had new family members to help him through the process.

In order to protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events or places or persons, living or dead, are entirely coincidental.