Novio No Puede Reconocer A Novia Después Del Cambio De Imagen

El Gran Día

Kira aguardaba el anuncio con la respiración contenida. Menudo viaje.

Hacía unas semanas, no habría podido imaginarse que estaría aquí.

Todo el mundo la miraba, pero esta vez era diferente. Por una vez, disfrutó de la atención. No podía creer lo mucho que había cambiado su vida. Al igual que su pelo, su vida era irreconocible ahora.

Un Pasado Problemático

Kira Mason había sido una niña tímida y nerviosa, y su educación había sido extraña. De niña, el pelo de Kira crecía en finos mechones castaño dorado.

A su padre le encantaba su pelo, pero a menudo la hacía sentirse incómoda por ello.

Empezó como una regla extraña. Por desgracia, su obsesión por el pelo largo y sus extrañas reglas dejarían a Kira tan marcada como la propia infancia de su padre le había marcado a él.

Belleza

Cada vez que Kira pensaba en cortarse el pelo, no se lo permitían.

La manía de su padre por el pelo largo tenía sus raíces en los extraños ideales con los que fue educado.

Para Allan Mason, el pelo largo era sinónimo de belleza. A su extraña manera, sentía que no permitir que su hija se lo cortara era una forma de expresar cuánto la quería.

Las Cosas Cambiaron

A medida que Kira crecía, su padre le fue arrebatado repentinamente.

Esto significó que Kira pudo tener algo parecido a una infancia normal, pero también le echó mucho de menos.

En muchos otros aspectos, Allan Mason había sido un buen hombre y un padre cariñoso. Ahora Kira podía llevar una vida relativamente normal. No fue hasta la adolescencia cuando Kira se dio cuenta de lo profundas que eran sus cicatrices.

Enredado

Los problemas subconscientes de Kira con su pelo y su relación con la belleza resurgirían a lo largo de su vida.

Todo lo que sabía en ese momento era que constantemente experimentaba diferentes fases.

Una era completamente normal. La otra era una necesidad obsesiva de dejarse crecer el pelo o enfrentarse a una intensa ansiedad por cortárselo. No se daría cuenta hasta mucho más tarde de que en realidad había un patrón para cuando estos periodos de la vida la afectaban más.

La Fase Buena

Cuando se acercaba a la edad adulta, Kira atravesó un largo período de relativa paz y felicidad.

Conoció a un hombre, se enamoró, empezó una carrera y pronto se quedó embarazada.

Tras dar a luz a su primer hijo, Kira empezó a notar grietas en su relación. Cuando, inesperadamente, volvió a quedarse embarazada teniendo veinte años, el peor desenlace posible se hizo realidad.

Él Se Fugó

Su pareja de entonces, Glen Johnson, la abandonó a ella y a los niños. Kira estaba destrozada. Mientras las cosas fueron buen, había vivido una vida relativamente corriente y feliz.

Ahora estaba gravemente deprimida y, por primera vez en su vida adulta, empezó a dejarse crecer el pelo obsesivamente.

Kira era una mujer hermosa, pero su depresión y el trauma psicológico resultante que reavivó estaban empezando a ocultar esa belleza muy lejos.

Un Caballero

Kira había renunciado prácticamente al amor cuando Jesse Stevens entró en su vida.

Después de conocerse, Stevens hizo que Kira volviera a sentirse completa.

Él sólo era capaz de ver la belleza interior, crió a sus hijas como si fueran suyas y llenó un profundo vacío dentro de Kira. Estaba enamorada de nuevo, y pronto empezó a notarse.

Un Período De Esperanza 

Pasaron los años y Kira era más feliz que nunca. Kira volvió a cortarse el pelo y la vida volvió a la normalidad.

Un día, de repente, Jesse le propuso matrimonio y Kira aceptó extasiada. Kira empezó a dejarse crecer el pelo de nuevo.

Fue entonces cuando apareció su conocida ansiedad. Se encontró obsesionada y temiendo que Jesse les abandonara como había hecho Glen. Poco después, Kira empezó a dejarse crecer el pelo de nuevo. Esta vez, su ansiedad alcanzó un pico de fiebre, y ella realmente no podía parar.

Las Cosas Fueron Cuesta Abajo

En pocos meses, las ansiedades secretas de Kira dejaron su cabello largo, crecido y más descuidado que nunca.

Lo peor era que, con la fecha de la boda cada vez más cerca, el tiempo se agotaba para remediarlo.

Jesse seguía siendo tan comprensivo como siempre y nunca la presionó, pero Kira se enfrentaba a una gran confusión interior. Sabía que tenía que hacer algo. Por suerte para ella, fue entonces cuando conoció a otro hombre especial.

Un Equipo Especial 

Al vivir en una urbanización cerrada, otro residente se había fijado en Kira más que los demás.

Jason era el propietario de una peluquería elegante y moderna y se dio cuenta de que Kira necesitaba ayuda con su pelo.

Tras escuchar su historia, Jason le aseguró que su equipo de peluquería la ayudaría a prepararse para la boda. Jason incluso fue un paso más allá y la invitó a participar en un concurso de cambio de imagen en el que tendría la oportunidad de modelar en una pasarela.

La Transformación

A pesar de todos sus temores, Kira decidió ser valiente y aceptar la oferta de Jason. Cuando llegó la gran noche, Kira tuvo que someterse a un cambio de imagen de 7 horas.

Cuando salió a la pasarela, se había transformado tan radicalmente que ni siquiera Jesse podía reconocerla.

No sólo le habían cortado el pelo, sino que estaba guapísima y se había adueñado por completo del espectáculo. La noche cambió por completo su vida, y ahora también sabía que tenía que buscar ayuda a largo plazo.

El Gran Avance

La asombrosa transformación de Kira le demostró que la belleza tiene muchas formas.

Pasó una de las noches más maravillosas de su vida e incluso ganó el premio al mejor cambio de imagen del programa.

Kira empezó a ver regularmente a un terapeuta que la ayudó a desentrañar sus problemas infantiles. Pronto hicieron un gran avance y se dieron cuenta de que la bienintencionada pero extraña obsesión de su padre con que el pelo largo equivalía a belleza, había dejado a Kira con una percepció de la realidad sesgada.

Retomar El Control

Los períodos de mayor estrés hicieron que dejarse crecer el pelo se convirtiera en un punto de anclaje que ayudaba a Kira a sentirse normal.

La creencia de su padre de que las chicas de pelo largo eran más guapas hizo que Kira se sintiera cómoda con el pelo largo, pero también temerosa de cortárselo.

Ahora que se comprendía mejor a sí misma, Kira empezó a aceptar su nuevo look y a llevar un estilo de vida más saludable. Con el tiempo, empezó a sentirse menos ansiosa y más segura de sí misma, incluso con el pelo corto. Por fin había llegado el momento de vivir.

Un Nuevo Comienzo

Kira también aprovechó las sesiones de terapia para superar el dolor y el abandono que sufrieron ella y sus hijas cuando Glen se marchó.

Se dio cuenta de que había encontrado a una persona increíble en Jesse y necesitaba aceptar su nueva vida con él.

Kira llegó al día de su boda como una novia feliz y hermosa. Ella y sus hijas estaban finalmente listas para empezar su nueva vida y seguir adelante. Por extraño que parezca, todo había empezado de verdad con un cambio de imagen.

Astra-Anne Taylor 

Un incidente similar ocurrió en Texas, donde una estilista se encontró con uno de sus mayores retos.

Astra-Anne Taylor había estado en el negocio del cabello desde hacía una década, sin embargo, lo que vio ese día hizo que su estómago se revolviera de ansiedad.

Acababa de presentarse en el trabajo un domingo por la tarde y se disponía a empezar a atender a los clientes del día cuando ocurrió lo más inesperado. Una chica a la que no había visto en meses apareció de repente.

Ella Entró

La chica, de dieciocho años, tenía una enorme mata de pelo, sucio y enmarañado por todas partes.

Estaba desgreñado por encima de la cabeza, con zarcillos que dejaban claro que hacía semanas que la chica no se lo lavaba.

La masa de pelo era tan larga que le llegaba a la cintura, pero estaba tan sucia que su mal olor cubría todo el salón. Astra supo que tenía que intervenir.

Una Buena Vida

Astra llevaba más de diez años como peluquera, con una larga lista de clientes satisfechos que siempre la buscaban cuando necesitaban que les arreglara el pelo.

Era una mujer cálida y acogedora, con un ángel de tres años llamado Camilla y un marido que la quería con locura.

Su vida era perfecta, feliz. Pero no sabía que le esperaba lo peor.

Noche Y Día

Astra reconoció a la chica en cuanto entró en el salón, aunque no podía creer lo que veía.

La última vez que había estado aquí, le había pedido a uno de los estilistas que le ayudara a cortar y peinar su cabello.

Entonces estaba muy contenta, vestida con un vaporoso vestido azul y hablando con una amplia sonrisa. Pero ahora iba vestida con un chándal sucio y una sudadera con capucha manchada de comida seca y salsa. ¿Qué había pasado?

Kerry 

La chica, Kerry, miró a su alrededor un momento, con los ojos ocultos tras los mechones de pelo como estambre que tenía delante de la frente.

Astra había visto antes esa mirada en muchos clientes que entraban a echar un ojo.

El salón estaba abarrotado por la tarde, y cada estilista tenía tres o más clientes esperando. Astra sabía que la chica iba a esperar.

Following Her

Kerry stood for a minute and turned abruptly to leave. But Astra hurried after her.

She tapped her shoulder and called, “Hi!”

Her enthusiasm seemed to frighten Kerry because she took a step outside the door and wrapped her arms around herself. “Do you want to come in?” Astra asked, hoping the girl wouldn’t leave.

A Bad Idea

The girl’s lips trembled, and her eyes darted all over the place.

“This was a bad idea,” she mumbled and turned on her heels. But Astra was never one to give up so easily.

She hurried after the girl. She knew what anxiety and depression looked like and could tell that it had taken everything for the girl to come to the salon. That thought made Astra do the unthinkable.

I Want To Help

“If you come with me, I’ll clear my client’s list,” she began, but Kerry didn’t stop.

“I can do your hair free of charge and have a nice chat and some pumpkin spice latte. We have the best muffins this side of town, too.”

The girl stopped, prompting Astra to hold her hand out. “Whatever’s happening,” she began. “I only want to help.” She had no clue what dark thoughts swirled in Kerry’s mind.

She Follows Her In

Kerry nodded after minutes of thinking things over. She took Astra’s hand, and they walked back to the salon.

She watched as Astra cleared her client list for the day, apologizing to everyone before distributing them to her colleagues.

With a smile, she ushered Kerry to her station. She thought this would be a typical styling session. She was deeply mistaken.

Her Wish

“How do you want it?” Astra whispered immediately after Kerry sat down.

Her hands were warm against Kerry’s neck as she ruffled the mess of hair.

“Cut it,” Kerry answered, revealing what she had in mind all along. “Cut it all,” she seethed. “Leave nothing.” “What?” Astra asked. “I want it all gone!” Kerry screamed.

Shave It All!

Tears broke through the girl’s eyes as she looked at the human-sized mirror before her.

“I want it all gone,” her voice broke as she spoke. “Please.”

“Of course, honey,” Astra said in a soothing tone. She remembered the last time Kerry had been at the salon and why she had come in the first place. “Let’s see what we can do,” she said.

Her Last Visit

Kerry had been at the shop because she had been preparing for prom.

She had been so happy since her high school crush had asked her out.

She had been accompanied by her grandma, who Astra heard had fallen sick recently. Looking at Kerry now, she couldn’t pinpoint why she was so upset that she’d want all her hair gone. But she suspected it had something to do with the boy or her nana.

Starting The Process

Astra began by moving Kerry to the washer and cleaning her hair. They spent over an hour separating dirt, grease, grit, and dried chunks from the mane.

Kerry was quiet throughout the process, her tears telling Astra all she needed to know.

After the washer, the two moved to the drier, and Astra got to work. Slowly and slowly, the once dirty and dry hair was coming back to life. But she couldn’t have expected what would happen next.

The Truth Comes Out 

“I loved him,” Kerry whispered under the dryer’s growl. “I really did.” Astra finally understood what was happening.

The boy that Kerry had been so excited about had mistreated her.

If only she knew how long the poor girl locked herself in her room, crying herself to sleep. She talked Kerry down, promising her that things would get better. But she offered one thing that would change the girl’s life forever.

Turning It Around

The only thing Astra could give Kerry was a piece of advice that her mom had once told her when she got heartbroken in her younger years. “Work on yourself and shine so brightly that the only thing your ex can brag about is telling people he once knew you.”

Those simple words, decades old, had been Astra’s mantra. As she passed them down to Kerry, she told her she wouldn’t cut her hair. They would style it and turn a bad day around. In Astra’s own words, “There is nothing a good hairdo can’t fix.” 

To protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events, places, or persons, living or dead, are entirely coincidental.